‘’ ¿Tío has visto esas nubes?, se parecen la cara de una
Tortuga Ninja’’ y seguido de esta frase mi vista se alzó para mirarlas
detenidamente, y para mi sorpresa misteriosamente coincidía su descripción con
ella. Inesperadamente la gente de tu alrededor te sorprende con cosas que te
hacen emocionar, supongo que por eso cada uno busca incesantemente la compañía
de alguien, evitando estar solo, sentarte por ti mismo a mirar la naturaleza y
descubrir solo esta cara en el cielo, y reírte recostado en el césped verde, ese
cachito apartado que ha dejado la urbe sumisa pero poderosa para que puedas
tener tiempo para ‘’pensar’’, aunque ella sepa realmente que no vas a Pensar,
sino a repetir lo que constantemente se te ha ido diciendo desde que tenias 5
años y tenias en tus manos las respuestas de tus padres, profesores y las
Tortugas Ninja entre otros, mientras tu por la ciudad dabas una tranquila
vuelta sin preocuparte demasiado yendo por la ratonera llena de neones y
placeres por doquier a cambio de un cachito del Dios moderno que habita en todo
sitio en el cual apliquemos la forma de pensar de esa maquina monstruosa que
plastifica y asfixia todo aquello que podría llegar a ser verdaderamente útil,
dándole un valor, comparándolo, descuartizándolo, llegando a lo mas profundo de
su esencia y presentándolo con unas bonitas luces de neón, que ciegan al corrompido
ser con supuestos placeres, tal como lo haría un sacerdote a su rebaño, o su
libro de las verdades universales al hombre desvalido e incauto que no duda de
porque y cuanto se le ofrece, sino que centrado en su dolor lo transforma en
otro más metadogmático y universal.
Al bajar la vista mis instintos
se alertaron y mi estómago comenzó a perseguir un Kraken en mares de
tempestad, por lo que nos dirigimos a una cafetería para comprar el almuerzo y
recuperar fuerzas tras la improductividad y el zombismo de las clases
matutinas, en las cuales en vez de hacer que la gente Piense en determinado
tema, se le bombardea de información y obligaciones que no llevan sino al
estado de putrefacción en el que la mente y el espíritu se hayan, por ello
conviene, en cualquier ámbito, una ligera separación porque sino la corriente
se nos lleva y acabamos todos ‘’fluyendo influidos’’ hacia un vórtice que nos
traga y nos regurgita de forma latente, como un corazón mecánico y vampírico.
Luego, después de pedir nuestra comida, esperando en la cola
he intentando ver si el dinero nos da para comprar algo, mientras las
conversaciones que nos flanquean a ambos lados cual soldados nazis judíos de
neón, conseguimos acumular ambos la cantidad para un bocadillo de atún y queso,
y un café con leche. Ya que ambos carecemos de escrúpulos compartimos un almuerzo para dos, en el que la avaricia
se extingue y la risa junto con la alegría se hace aún más predominante,
dejando el individualismo alienado lejos, Lejos.
Mientras comía y charlaba con mi compañero, sentía un
perfume que embriagaba mis sentidos, junto con un leve mensaje que se postraba
en mi mente cual calcetín mojado, ‘’mírame’’, raramente extrañado me giré
disimuladamente tras hacerle el gesto de ‘’1 sec. ’’ a mi cita. Lo siguiente a ello
fue en primera instancia maravilloso, encandilado por una belleza que en sí
noumenamente no lo era, sino que la atracción cual positrón atrae al negatrón,
desnudando mi cuerpo y sintiendo como una imagen se hacia posesión de la
erección de mi ser, quedándome especialmente trabado, estancado, en una visión
superficial y haciendo de ella algo místico y simbólico. En este pequeño lapso
de tiempo, giré mi cabeza y miré a mi amigo instintivamente, esperando una
respuesta, una frase, un número, algo que me devolviese a la cruda, seca y
prohibida pero amada realidad, y fue
tras su delicado e inteligente sorbo de café con leche cuando abrió tras de si
sus plumas de pavo real neónizadas y me planteo ‘’ ¿si quieres ir, vamos?’’ a
lo que agregó ‘’posiblemente sea la ultima vez que veas a semejante belleza, y viéndolo
en tus ojos consideraría mi propuesta aceptada... vive el presente tío, vívelo a
pesar de todo!’’, pude ver allí reflejado en mi amigo las presiones por
dispositivo separadas unas de otras envueltas de escenas de contenido
pornográfico que hacían que estas
parecieran mas amenas y digeribles, en cierto modo fue por lo que acepté,
debido a que nunca sabes que es lo que te puedes encontrar, ni sabes como vas a
reaccionar en cuanto entres dentro de (en este caso y en yuxtaposición con el
resto) el juego de la seducción, el más antiguo sub-comercio del sistema de
valores.
Una vez considerarme dentro del juego, sin siquiera habiéndome
levantado de la silla, sentí como los nervios se apoderaban de mi, enterrando
toda posibilidad de compra, auto-saboteándome, sufriendo en silencio,
agonizando, perdido, tras mi cara de nutria,
por culpa de las tensiones que me provocaron las presiones, mi cuerpo se
mantuvo estático, erecto, pero estático, impidiendo encontrar esa
desvinculación, ese distanciamiento me hubiese ayudado a mirar hacia adelante y
obrar consecuentemente con la esencia
mas profunda de mi ser. Y es cuando decido mirar a mi amigo y veo en sus ojos
lo que el ve en mi, nuestro miedo generalizado audazmente, para que consuma
(alcohol, chocolate, videojuegos, masajes, pornografía, música plastificada
para rebaños, ropa, tecnología, etc…) y así tras el neón sentirme arropado,
valioso, amado y alienado.
Sé que el ve igual que yo, sé que él también sabe que los
dispositivos se hicieron con el tras la proposición previa, y por ello, lo
siguiente hizo de nosotros un hombre Feliz, fue una simple Sonrisa desde el
Alma, desnuda, que nos hizo recordar las nubes, aquellas que nos miran como uno
mira UNA obra de arte quemarse harmónicamente, sin estar allí, observando, sin
juzgar, sin mente, Nada.
Ahora me lo leo.
ResponderEliminarMe encanta la descripción, realmente me he sentido identificado.
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