En
un rincón de mi casa, veo las cortinas, tapando el exterior, no hace frió ni
calor, y siento tu presencia en cada color. La radio suena, comenta tu vida,
voces extrañas, conocidas, ajenas, rumores, que minan mi cuerpo, respuestas
fisiológicas que no entiendo porque no acepto, por miedo a que se hagan mas
grandes. Romperé tu radio, saltaré fuera, al balcón, pero seguiré escuchándola,
en mi cabeza, imaginación intoxicada. Luego yo también tengo una vida, pero no
puedo utilizar al resto por despecho, solo para intentar apaciguar el
torbellino casual que apareció delante atrapándome, junto a mi mundo. Todo daba
vueltas, a veces veía tus labios tan cerca que podía besarlos, pero me tiraban
hacia atrás tus ojos cargados de tormentos, quiero calmarlos, para así poder
besarlos, y simultáneamente tocar el suelo, acabar con la nausea, dolor de
cabeza, desgarros que con caricias sanarán. No te disculpes conmigo por ser
así, las disculpas son para ti, por marearte cual marinero en su primer viaje.
Descansa sobre mi pecho, no hace falta que sonrías, ni que me ames, solo se tu
quien descansa. Mi casa estará en el suelo,
la tuya también, los remolinos se transformaron en una bella casa,
recogiste la madera, la pintura, y todo lo que no pudiste formar, mientras
girabas y girabas sin rumbo, pensando que todo era cierto, y lo que decía la
radio, también.
Supongamos primeramente que la imaginación interpreta el papel del loco, culturalmente entendido como aquel que dista de la normalidad establecida por esta, digamos que su comportamiento es anómalo, por comparación a la normalidad. Sus movimientos se dirigen hacia aquello que su mente crea sin cesar, por ejemplo, la celopatía que pueden poseer personas posesivas e incluso el considerarse juzgado antes incluso de abrir la boca, dicho de otro modo, se contrae en el miedo que gesta la imaginación, las imágenes de un futuro aún no realizado, mejor dicho, real. Pero por correlato vemos que no siempre la imaginación marcha sola con su delirio, sino que muchas de estas veces se basa o da certeza a aquello que se considera instinto, lo cual otorga notoriedad a aquello imaginado, por consiguiente podemos decir que la imaginación tiene recursos para hacer de ella una realidad, aunque ficticia, realidad. Seguido a esto, la imaginación influye también en, sino directamente, sobre la mism...
Comentarios
Publicar un comentario