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Mostrando entradas de octubre, 2018

1979

los pliegues siguen produciéndose. no hace más que hablar, y reflexionar, como un avión de papel que no termina de perfeccionarse. ya sopló en la punta muchas veces, pero no agarro el cuerpo y lo lanzó. sí, tal vez hayan venas pero más bien tiene que ver con un cetro olvidado. es la rugosidad del palo, y la mística de su procedencia inventada. una creencia creada. pero ya basta de esto, pasemos al tema. la canción (  "  ) empieza con una sutil introducción tonta. siento un desapego, y al mismo tiempo una invitación. ruido de un beat sumergido, tal vez aplastado, por algo, tal vez una forma poco apremiante, un belleza que no deja de ser exhumada, pervertida y re-creada. pienso en Connan Mockasin por un momento. luego se esfuma, y con él una idea. planteo, planeo, una especie de huida pensando en que, tal vez, sea una de esas canciones que, como los tickets dorados para entrar en la fábrica de Charlie, te permiten entrar en su mundo, bueno, en su empresa [aquí intenta...

post-entretenimiento

a Bukowski le gustaba escribir a ordenador. su hija le introdujo a ese mundo. decía que podía ahorrarse el engorro de borrar y tirar papel por doquier cuando algo no le gustaba. selecciona y borra. algo fácil. lo difícil siempre será escribir. hay pensamientos en mi que deambulan entre la yuxtaposición de sencillez y escritura, y otros bien distintos en el infierno que ello implica. escribir es el infierno. desear escribir es un infierno. el deseo es un infierno. no es por citar a Freud, es por hacer patente una realidad manifiesta. escribir sobre lo que se escriba siempre será un original. incluso cuando se pretenda traducir un escrito a otra lengua. una voz es una voz por más que intente explicar una idea semejante. un sueño, un puñetazo de la realidad del deseo en la cara del corazón, una insistencia narcisista y demás momentos son hablados. lalengua provee. usarla es usarse. los tópicos pueden ayudar a que esos momentos queden sujetos, controlados, normalizado...

el concepto y sus precariedades

tranquilamente el anquilosado espíritu halló una cueva a la que pudo llamar casa. tras el bombardeo de símbolos sus agujeros le hicieron sentir amenazado. la resistencia le empujó a la soledad y en con cierta concupiscencia encontró un refugio en la lectura de clásicos. era una lectura errática por diferentes gigantes. de T.S. Elliot saltó a Aristóteles, para acabar en las mariposas con olor a azufre de Cioran y el ánimo reticular ante la cabalgante tendencia nihilista de los tiempos modernos de la escritura de Nietzsche. había algunos que los lanzaba y no los leía. por distintas razones. dejó de leer a Neruda y a Borges. agarró a Freud y lo cambió por Lacan. y a este último lo abandonó cuando encontró un libro de Bukowski. pero, uno se pregunta, ¿de dónde saca esos libros? su padre, Juan, dejó una maleta antes de marcharse del país. viéndose el espíritu anquilosado en tremenda soledad recordó la de su padre y con coraje abrió la maleta. preguntas y más preguntas segura...