Supongamos primeramente que la imaginación interpreta el papel del loco, culturalmente entendido como aquel que dista de la normalidad establecida por esta, digamos que su comportamiento es anómalo, por comparación a la normalidad. Sus movimientos se dirigen hacia aquello que su mente crea sin cesar, por ejemplo, la celopatía que pueden poseer personas posesivas e incluso el considerarse juzgado antes incluso de abrir la boca, dicho de otro modo, se contrae en el miedo que gesta la imaginación, las imágenes de un futuro aún no realizado, mejor dicho, real. Pero por correlato vemos que no siempre la imaginación marcha sola con su delirio, sino que muchas de estas veces se basa o da certeza a aquello que se considera instinto, lo cual otorga notoriedad a aquello imaginado, por consiguiente podemos decir que la imaginación tiene recursos para hacer de ella una realidad, aunque ficticia, realidad. Seguido a esto, la imaginación influye también en, sino directamente, sobre la mism...
En este blog describiré a través de párrafos de longitud indefinida la temporalidad de las afecciones que acontecen en mi. Sumergido en la cotidianeidad de las palabras de que estamos hechos lanzaré caricias y puñetazos por igual a aquellos espectros erógenos que relampaguean desde el estremecimiento del islote.